Amigos con patas

Hayden Roland tiene muchas mascotas. Tiene dos perros, Sasha y Peanut; dos conejos, BunBun y Velvet; y un par de cerdos barrigones, Ava y Layla.

BunBun llegó a la familia de Hayden como una mascota de acogida. Había sido herido por un gato. “Pensamos: ‘Oh, lo ayudaremos’”, dijo Hayden, de 12 años, a TIME for Kids. “Y nos encariñamos mucho, y se quedó”.

Algo similar ocurrió con Ava. Cuando el dueño de Ava tuvo que renunciar a ella, la familia de Hayden adoptó a la cerda. “Mucha gente piensa: ‘Oh, seguirán siendo estos lindos cerditos pequeñitos’”, dice Hayden. “Ava se hizo más grande”. (Ahora pesa tanto como un gran danés). Se suponía que su estancia con la familia de Hayden iba a ser temporal, explica. “Pero luego nos la quedamos para siempre”.

El amor de Hayden por los animales lo llevó a iniciar Wagging Tails, un grupo de jóvenes voluntarios con sede en el Centro de Adopción de Animales Maclean-Cameron, en Great Falls, Montana. En febrero, Wagging Tails celebró su primer aniversario ayudando a los animales.

NIÑOS SOLIDARIOS El grupo de voluntarios de Wagging Tails se reúne en el centro Maclean-Cameron para su reunión de octubre de 2024.

Mascotas necesitadas

En Estados Unidos, casi 6 millones de gatos y perros ingresaron a refugios y centros de rescate en 2024. Según Shelter Animals Count, una base de datos nacional, la mayoría de esos animales fueron adoptados en nuevos hogares.

GATO CURIOSO Hayden disfruta pasar tiempo de calidad con Banksky en el Centro de Adopción de Animales Maclean-Cameron.

¿Por qué los animales terminan en refugios? Tal vez el dueño del animal pierde su trabajo y ya no puede permitirse el lujo de cuidar a la mascota. Tal vez se muda a un lugar donde los animales no están permitidos. “¿Sabes qué? La vida se pone dura”, dice Pam Volk. Es la directora ejecutiva de Maclean-Cameron. Centros como el suyo ayudan a las personas a reubicar a sus mascotas cuando es necesario.

Volk conoce a Hayden desde hace años. Ha donado el dinero de su cumpleaños al centro y ha hecho trabajo voluntario. En 2022, en el evento anual de recaudación de fondos Fur Ball del centro, Volk le entregó el Premio a la Filantropía Juvenil. Así que cuando Hayden quiso iniciar Wagging Tails y usar el centro como su base de operaciones, Volk se involucró totalmente. “¿Cómo haces una diferencia? Encuentras algo que te apasiona”, dice Volk.

BELLY RUB Luna, a rescue dog at the Maclean-Cameron center, enjoys playtime with Hayden.

Manos solidarias

Una vez al mes, los voluntarios de Wagging Tails se reúnen en el centro después de la escuela para ayudar. Al principio, el grupo estaba formado por Hayden y otros dos niños. “Ahora tenemos 32”, dice Hayden.

IMPECABLE Hayden trabaja junto a otro voluntario de Wagging Tails. Sus tareas incluyen lavar los tazones de las mascotas.

“Hacen todo tipo de cosas”, dice Volk. Lavan la ropa, por lo que los animales tienen ropa de cama limpia. Abastecen la despensa de alimentos para mascotas del centro y pasean perros. El invierno pasado, los niños hicieron camas cubiertas para los gatos callejeros. Forraron las camas con paja, para que sean más calientes, y las colocaron alrededor de la ciudad para que los perros callejeros tuvieran un lugar seguro para dormir.

“Simplemente me impresionan, porque realmente están ahí afuera”, dice Aria Roland, la madre de Hayden, que forma parte de la junta directiva del centro. “No tienen miedo de exponer sus ideas. No tienen miedo de involucrarse. Me impresionan y me dan esperanza para el futuro de los animales”.

BOCADITOS SABROSOS Hayden almacena alimentos y bocaditos en la despensa de alimentos para mascotas de Maclean-Cameron.

“Creo que los animales deberían tener voz”, dice Hayden. Así que él y sus compañeros voluntarios usan sus voces y acciones para ayudar a sus amigos peludos.

¿Inspirados?

Dejen que la historia de Hayden les inspire a proteger a los animales de sus comunidades. Hagan clic a continuación para obtener ideas sobre cómo pueden promover el bienestar animal y hacer del mundo un lugar más brillante.